La predicación es una tarea importante en la vida de un cristiano, ya que es una oportunidad para compartir la palabra de Dios con los demás y ayudarles a comprenderla mejor. Sin embargo, es fácil cometer errores al predicar, lo que puede afectar negativamente la efectividad de nuestra comunicación. En este artículo, discutiremos cinco errores comunes que debemos evitar al predicar y cómo podemos mejorar nuestra manera de predicar la palabra de Dios.

#1. Falta de preparación

Uno de los mayores errores que podemos cometer al predicar es no estar preparados adecuadamente. La predicación requiere una cuidadosa planificación y preparación para asegurarnos de que estamos compartiendo la verdad de manera efectiva. La Biblia nos enseña en 2 Timoteo 2:15: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad». Por lo tanto, es esencial que dediquemos tiempo a estudiar la Palabra de Dios y a preparar nuestras enseñanzas antes de compartir con otros.

#2. Falta de claridad

Otro error común en la predicación es la falta de claridad. Debemos asegurarnos de que nuestras enseñanzas sean claras y comprensibles para nuestra audiencia. En 1 Corintios 14:9, Pablo nos dice: «Así también vosotros, si por la lengua no dais palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire». Debemos asegurarnos de que nuestras enseñanzas sean claras y fácilmente entendibles para que nuestro mensaje pueda ser recibido de manera efectiva.

#3. Falta de humildad

La humildad es una virtud importante en la predicación. Debemos recordar que no somos los dueños de la verdad y que nuestras enseñanzas son solo una interpretación de la Palabra de Dios. En Proverbios 11:2 leemos: «Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría». Debemos ser humildes y estar dispuestos a aprender y crecer en nuestra comprensión de la Palabra de Dios.

#4. Falta de aplicación

La predicación efectiva no solo implica compartir la verdad, sino también ayudar a los demás a aplicarla en sus vidas. En Santiago 1:22 se nos dice: «Pero sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos». Debemos ser prácticos en nuestra predicación, ayudando a las personas a entender cómo pueden aplicar la verdad de la Palabra de Dios en su vida diaria.

#5. Falta de amor

Finalmente, la predicación debe ser realizada con amor. Debemos recordar que nuestro objetivo no es solo compartir la verdad, sino también ayudar a las personas a acercarse a Dios. En 1 Corintios 13:1-3 leemos: «Si hablo en lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y todo conocimiento, y si tengo toda la fe que puedo mover montañas, pero no tengo amor, nada soy. Si reparto todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me sirve». Debemos predicar con amor y compasión, mostrando a los demás la misma gracia y misericordia que Dios nos ha mostrado.

Para mejorar nuestra manera de predicar, debemos enfocarnos en estos cinco aspectos, y buscar crecer en ellos con la ayuda de Dios y del Espíritu Santo. Al hacerlo, podemos ser instrumentos más efectivos en las manos de Dios para compartir Su verdad con el mundo.

En resumen, evitar estos cinco errores comunes en la predicación -falta de preparación, falta de claridad, falta de humildad, falta de aplicación y falta de amor- y enfocarnos en mejorar estos aspectos, nos permitirá predicar de manera más efectiva la palabra de Dios y ayudar a los demás a crecer en su relación con Él. Recordemos siempre que nuestra tarea como predicadores es ser fieles a la Palabra de Dios y ayudar a los demás a conocer y amar al Señor.